Es el hombre del milenio, no olvidemos su nombre, o a este hombre que amaso la fortuna de no ser olvidado, mírenlo bien y observen como se le notan en la mirada y ese tan especial gesto, una bella predisposición a soñar y soñar con con unas ganas insuperables, tanto así que no recuerdo nunca a RICARDO sin soñar algo , ya fuera despierto o en picada...siempre estava soñando.
Algo de hace mucho tiempo nos iguala, algo que se nota en las mañanas , justo cuando se siente una extraña fortaleza frente al extraño asuntito de la muerte. Cuantas cosas nos enseñaste, pero ante todo esa poética determinación ante lo inevitable. Aceptaste las penas que con el tiempo se te fueron acumulando y todas tienen que ver con los afectos y sus huesos rotos.
Ricardo León Peña Villa te nos fuiste sin dársete nada. Te llevaste la música que nos embriago hasta tumbarnos. También te lloraron los populosos árboles de tu entrañable Medellin. Recuerdo cuando la gran ciudad se trago nuestros airados gritos, nuestros nombres dieron hondos tumbos río abajo y vida arriba y te me perdiste entre la inmensa oscuridad de aquella noche, después de haber saltado por ensima de un ristre de automviles que aguardaban juisiosamente la luz verde y solo se oia tu voz tatuada en mi memoria para siempre.... Juaannnnn. Ya por fin habías encontrado tu descanso del otro lado del movedizo puente de la vida, al día siguiente el cielo también te lloro larga y torrencialmente tanto como este extraño llanto con regocijo que nos provoco tu nueva realidad de quietud y abnegado silencio. La tierra temblo con una euforia tal que el eje se inclino otro poco,Todos tuvimos confidencia con tu angustia y las tantas veces que le sonreías valiente a tu adversidad, recuerdo aquel paroxismo de poética entrega cuando nos tomábamos a Manhattan por asalto. Esta vez hermano de tus hermanos estaras entre las brumas del más allá, desde allí nos miras con la intención de tendernos una mano cuando sea realmente necesario. Ahora tus poesías nos cuentan de tus extenuantes jornadas al borde del final, volabas al confín de tu lógica y en aquel limite entregabas tu espíritu a la benevolencia de tus visitantes…! Ricardo breve!,Leon Tieernamente fiero, bebe de estas palabras por que hoy convocamos tu lustrosa imagen como manantial vivido de cristalina congoja, hoy, aquí, callados en tu nombre te creemos hablando pausadamente de todos con Dios, señalando a cada uno y contándole al oído las hazañas de tus mas fervientes allegados, tal vez inmersa en estas palabras y en las gentiles presencias que convocan tu dicha eterna, sabremos de tu lustrosa vida y tus enseñanzas para siempre.
Es tarde ahora para remediar los incumplimientos de la febril materia, sabemos que a cada uno de los presentes esperaste en el dintel fulgurante de alguna tarde en que te creías ya muerto y hasta en la cresta de tus delirios te fue posible convocar a tus detractores para estrechar tu espíritu con el de ellos en amorosa paz amasando un recuerdo fiel a tu destino, ya para entonces definitivo y asimilado con creses y extremada valentia… y cómo creses en nuestros corazones desde tu ausencia.
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