Y sí; nos gusta esperar a que pase la estación espacial. Imaginar tanta tecnología y tan obsoleta en el momento de resolver problemas en el espacio, no sé , un asteroide, una invasión "extraterrestre", un hoyo negro, un choque de galaxias, una realidad paralela, Pues allá afuera, hay una infinitud de etcéteras que nos podrían borrar con tan solo una caricia cósmica tremebunda y cataclísmica(...)
La vez que la vimos , fue Cristina quien la vio primero y casi de inmediato dijo: ¡esa es¡ mira nada le prende y apaga, es una luz fantasmal , luz de reflejo , la tercera mas luminosa ( sol, Luna , Estación) ahí arriba esta Sirius, una estrella, muy lejana, muy brillante. Sirius seria el cuarto mas brillante. Y hablando de mas brillante. Cristina asegura que Sirius esta mas cerca, por que se mueve mas rápido que la constelación de Orión donde tienen lugar las Pléyades, de donde vienen los pleyadianos, mi prima Diana , es pleyadiana, como el toque de Diana para despertar los perros de la guerra. Pero este no es el caso. Solo hablo de mi prima Diana la bella. la que tubo padres bellos y años mas tarde, hijos bellos. No tubo hermanos y se llama como es… Diana.
Solo duró como un minuto el avistamiento, hasta que se apago entre las nubes, en una hora volverá, pero no estaremos una hora. No; solo con verla una vez es suficiente para preguntarse que cosas harán estos flotantes, tan encapsulados, y con tanta ilustración, los imagino como vitaminas humanas para el cosmos… nutriendo de ideítas el insondable vacío y que ahora ya no es vacío, resulta que hay tantos mundos y galaxias como podamos imaginar. No sé, lo insondable me incomoda , como a todos seguramente, solo que en un fuero ya muy profundo, sutilmente incomodo como la vida y tan audaz y definitivo como la muerte. Insondable es la creencia que desde su averiado misticismo un monton de bolas flotantes
El verde ruge desde un viejo árbol por sus ramas, Amas del aire que imitan libremente las raíces desde siempre y hacia la luz. Una vez allí, se vuelven lluvia, se vuelven ríos y tormentas pasajeras, hasta cuando ruedan como piedras y ahí si que se vuelven planetas, planeta en fuga resulta que es el verde, al fin y al cabo es también fugaz como las ideas.
De muchas maneras asechamos a la selva ya herimos sus flotantes pantanos y vorágines unos espesimenes harto difisiles de controlar, esta economía del mas voraz , esta minando al mundo y hace de el una frontera de terror y desolación, pero es que a la selva la persiguen y la achican las asechanzas de modernidad inmoderada. El verde ruge por que el verde muere.
Los titulares de los periódicos mas prominentes del mundo la hacen pedazos . Es asi y parece que nada podrá detener tan inexorable destino. Después de la imprenta, la impronta perdió vergüenza y por tal hecho todos publican y de todo; este es el caso.
El tiempo retumba de tumbas múltiples, en ellas el torrente de otro tiempo es otro torrente de tierra vejada en el silencio de sus algarabías mas profundas, no tan profundas, superficiales, ancestrales y todos esos huesos quisieran renacer. Así fuese a una morgue ,,,no importa, el asunto es que me desentierren, que me encuentren, eso ayudaría un poco y mucho a mi que soy el muerto…de hambre , de frio, de rabia, de ganas, de incertidumbre, de aciagas noches… Mientras tanto , las ciudades se ensanchan de pobrezías y holgazanerías. “Vengativas”casi todas, son insomnes y de gran peligro para las otras especies. deambulan dentro de una legalidad relativa por lo “justa”; algunos “Ilustrados” alcanzan sin mucho esfuerzo o vergüenza, su arrogancia y su particular justicia, glorificándose de crímenes y desfalcos culturales de gran valor para la humanidad de los que aún la tienen. Por otro lado, la banal felicidad de insubstancial materialismo “común” (del común) va engordando al torpe trance-unte y sus dejadeces y cinismos y la desdicha que se observa desde una avaricia citadina…comun Crispante; van haciendo carrera a cualquier precio; todas las especies y especímenes. A que se compran y a que se venden, a que pido rebaja y me rebajas, me pisan y piso. Somos humanos, bípedos casi perfectos que tan solo han desarrollado una particular disposición hacia la crueldad y desidia en momentos en que mas se necesitaría lo contrario.
Las transformaciones que experimentan las culturas tienen mucho que ver con la profunda y persistente historia del ninguneo, tiempo del olvido y la voluptuosidad, de la desaparición y de la verdad mas horrorosa que se haya escuchado antes por las tierras del virrey. Depredación en todas sus formas y maneras, el depredar de las depredaciones.
Vivimos por multitudinarias reacciones, motivaciones de todo orden y observo aterrado el ritmo a gasolina y aceites vegetales que nos mueven a todos en pos de una meta sin llegada que se llama sociedad de consumo o en cualquier caso una asociación que presupone cierta anticipada ventaja en una compulsión verdaderamente suicida, extremadamente atómica, aterradora y grismente colmada de partículas diminutas, invasivas y ajenas, profanando, deformando y malformado la especie. Es una especie de guerra. Es una guerra de especies, razas de grandes apetitos, diurnos y nocturnos.
El mundo se tambalea con gracia y una sobrecogedora perfección… Nadie lo nota- Mañana será otro día y del mismo modo el día alcanzará su noche... la mayoría lo notan.
La noche es un profundo lago de estrellas desbordadas. Temblorosas. Chisporroteantes siempre van y vienen como las holas y como las olas se expanden en el tiempo y hasta nos definen con gran belleza cada trazo del gran mapa del inexorable destino. Las estrellas desde su violenta luminosidad hacen que uno las mire, y esa mirada es tan profunda como un suspiro.
Pero si hay que estar así de loco para creer en si mismo, pese a que vivimos en tiempos de gran simulación
Que pánico, que horror burlesco, que pobre destino.
Miguel Ángel Bounaroti, se despereza, se estira mas y mas y como un gato hambriento he iluminado; se incorpora… y como un coloso, un goloso de su inteligente inquietud y sospecha. Ingenuo, sangriento y sorprendido como un niño; extrae el corazón del hombre para sopesarlo, siente su dulce agonía y su tibio y penetrante olor a muerte. Se estremece y de un suspiro iluminado escribe un tratado de anatomía y en dibujos caligráficos rápidos como la sangre de una bestia agitada y fugaz, las enloquecidas dilaciones de la aerodinámica aun nos marcan el camino, es el vuelo en si mismo. Para esos descensos sirvió mucho Neruda, Huidobro, Vallejo, Paz, Porfirio, Morrison, Ricardo, Gajaka Todos los nadaistas ,,asta los que claudicaron en vida, se les perdona tal falta, dado que sin ellos esto habría sido mas cruel aun. Supieron hacer de su arbitrio un tesoro de espumas valiosísimas, dándole un sentido elevado a la existencia con apego a tierra, oliendo , mirando cada rincón, articulando sentidos, fraccionando miradas y habitando en sus océanos mas profundos hasta la saciedad como un ser prehistórico . Desde mi paraíso el verde sí que ruge y se despereza electrizado con las tormentas que azotan la casa, que apenas rosan el paraíso y lo elevan en el cielo , y es curioso por que la casa no se mueve, no se inmuta para nada, solo las tormentas de cielo y ciudad nos refrescan de humanidad y de propósitos. Ahora mismo llueve. .. y mientras lo pienso para escribirlo , un rayo como una grieta que grita como sable y ruge como un volcán tremebundo irummmmpe, la ciudad simplemente humillada se camufla entre las nieblas,,, por que son barias y muy densas vienen de Dosquebradas y se entre niebla con esa cuenca del Otún , estrechándose con la del consota y los cerros tutelares, unas bien espesas también, caen los años como aparisiones y uno ya se agota , gota tras gota, segundo mas segundo y uno se envejece, se asusta y en otras noches muy a oscuras se levanta como un lázaro anda y se extravía en las fauces de cada noche y en esos despojos nocturnos uno se encuentra con sus dichas pasadas rostros y carisias que no se olvidan y uno no sabe que es peor , si esa desviación mortificante de los recuerdos o el cepo del olvido que tampoco da tregua. Claro que uno